Existen desde hace un tiempo prudencial nuevos conceptos a la hora de emprender y crear empresa la aceleradora es uno de ellos. Tiene que ver con la posibilidad de recibir capital de terceros para la expansión de un negocio y hacerlo madurar. Sin embargo hoy voy a hablarte del acelerador de resultados para tú yo emprendedor. Algo que hará que vayas a tu siguiente meta, siendo capaz de transformarte tanto como para no salir siendo la misma persona de esa experiencia.

Estudiar algo o leer un libro puede ayudarte, hacer cursos también. Sin embargo, el poder que otorga la posibilidad de compartir con alguien tiempo, bebiendo de su sabiduría. Empoderarse día a día, hasta el fin de lograr llegar al nuevo escalón que quieres alcanzar, es la mejor opción. Estoy hablando del acelerador más importante para nuestros objetivos: el mentor.

Los mentores son personas como vos y yo que han logrado lo que estás necesitando para alcanzar tu siguiente paso. Ir en busca de las personas correctas capaces de ayudarte acompañándote en el crecimiento, es el camino asertivo. 

Los mentores son como sherpas (aquellos que acompañan a un escalador a subir una montaña) eso dijo uno de mis mentores en algún momento. Explicando que los sherpas han sido capaces de recorrer varias veces ese camino, saben de baches, de obstáculos. Incluso cada bloqueo que se hace presente para llegar a mejor lugar y ayudarte a evolucionar. Es ahí donde está el verdadero sentido de trabajar en un proceso transformador desde el cual, una vez iniciado, no saldrás siendo la misma persona.

El mentor sabe de todo eso.  Ha pasado por todo lo que estás enfrentando y es capaz de enseñarte desde su propia experiencia como vivirlo de manera positiva y exponencial, sin interferir en tu propio aprendizaje. Los mentores tienen esa capacidad de hacerte ir de un lado a otro viviendo la experiencia con ellos y aprendiendo de una manera incomparable para cada uno. Porque son capaces de abordar cada mentoría como única e irrepetible.

Cuando yo estudiaba la vida de esos pocos que han sido capaces de lograr tanto, me daba cuenta de que siempre se repetía el mismo patrón. El mentor en sus vidas. Como Tonny Robbins, el mismo necesitó de Jim Rohn. Siempre había mentores en la vida de otros que terminaban siendo grandes.  Yo leía libros, estudiaba vidas en las que ellos contaban como habían hecho para hacer posibles sus metas y siempre hablaban del mentor. Ya me había tomado bastante personal este tema de lograr un objetivo y este era emprender con éxito. Así que no dude en pedir al universo un deseo lo dije bien Clarito: “yo quiero un mentor de carne y hueso, aprender de él”. “Quiero estar en su vida siendo capaz de hablarle y entender”.

Cómo de costumbre el universo obró y apareció Sandra ella fue capaz de enseñarme todo lo que necesitaba aprender para pasar al siguiente nivel. Fue tan profundo el crecimiento que fui capaz de crear trabajando con ella una marca personal que ni siquiera sabía que existía adentro mío. Trayendo con ella la posibilidad de ser escritora. En seis meses logré escribir dos libros y a medida que iba aprendiendo, yo crecía por dentro. Era tal la transformación y todas las herramientas que descubrí, que se me ocurrió escribirlo también. Cada vez más, iba confirmando que esa información no podía quedarmela. Al final hasta ese momento habiamos sido muchos seguidores de aquellos que lo habían logrado y eso me daba bronca. ¿Cómo podía ser que la brecha se acortaba tanto llegando a la cima?, ¿cómo podía ser que muy pocos terminaban siendo poderosos y otros miles solo seguidores?. 

Era necesario aportar mi grano de arena a todo aquel que necesitaba dejar de recibir la desinformación de personas de éxito que no lo eran.

La dicha que otorga tener un mentor  es la posibilidad de trabajar con tú yo profundo. Interactuando con todas tus zonas grises que no son las de otros y entenderlas para ayudarte a mejorar aún más. El mentor trabaja codo a codo contigo, siendo capaz de introspectar en lo más oscuro de tu historia para empoderarte aún más. Lo más importante de todo es que el mentor te otorga las herramientas que necesitas. También te da miles de opciones para que las utilices a gusto y piacere y hagas con eso tu propia técnica. Ahí está la verdadera diferencia con el aprendizaje que puedes adquirir de las mazas. No está mal pero para llegar bien alto, el compromiso debe ser más intenso. 

En esta era quizás no exista una persona que pueda guiarnos cual maestro Miyagi en Karate Kid, en todo nuestro camino del héroe.  Sin embargo existen distintos mentores que ya han entendido tanto su zona de expertise y son capaces de buscar la explicación correcta para cada alumno, ya que todos aprendemos de forma diferente.  Recuerda la frase de Bruce Lee “yo le temo al hombre que ha practicado mil veces el mismo golpe”. De eso se trata y eso es lo que yo he aprendido de la presencia del mentor en mi camino emprendedor. Éste sabe en profundidad de uno, dos o tres temas y va a hacer lo imposible para que aprendas. Por eso es que no te irás de ahí siendo quien eras y eso no solo sirve para emprender, sino para la vida entera. 

En el proceso creces como ser humano y ahí puede estar el tesoro de transformarte en el camino, trabajando en profundidad como siempre digo. En blogs como http://lauradagostino.com/los-tres-secretos-para-lograr-el-exito/. intento hablar del mismo tema, los procesos. Tema con el que me he obsesionado al punto de querer erradicar la frustración que se produce muchas veces en la montaña rusa emocional que se desarrolla en cualquier emprendimiento.  Retomando la historia que les venía contando. Mientras estaba aprendiendo como nunca antes, pensaba dentro mío: “La gente necesita saber y entender esto”. Fue así que en ese transcurso de seis meses en donde descubrí mi potencial doblando la apuesta de vender un producto a ser capaz de crear los míos. Comencé a trasladar toda la experiencia a un libro más. Ahí plasmaría lo que fue esa mentoría para que todo aquel que quiera entenderlo mejor viva en la lectura desde mi experiencia, la suya.

El método para emprender mejor que yo considero apropiado al punto de beneficiarse mucho. Ha sido trabajar en conjunto todas las áreas de la vida, utilizando cada mentoría como el propio desarrollo personal. Desde ese lugar nunca habría pérdida ni de tiempo, ni de dinero.  El camino hizo que conozca un nuevo mentor a fin de llegar a un nuevo puerto. Esa historia la estoy escribiendo ahora mismo, cuando esté lista te voy a pasar la pelota. Mi finalidad es no quedarme con nada.