En la información consumida en algún momento me han bombardeado con las ideas de vivir experiencias que me hagan empapar de la mentalidad millonaria.

Algo así como si eso que replicara, me hiciera sentir en esos momentos la vida a la que intento aspirar. Sin saber que la inteligencia emocional cumple un rol muy importante en este combo de mentalidad abundante y no suele tenerse en cuenta.

Para explicar esto, tengo una anégdota con la que intento reflejar un punto de vista desde un ángulo un poco más integrador.

Hoy tuve la oportunidad una vez más de vivir una experiencia en carne propia que pude cuestionar y reflexionar sobre ella, me trajo unos disparadores de consciencia que no me podía guardar y compartirlos, puede resultar enriquecedor para aquel o aquella que como yo sienta malestar en su cuerpo cuando intente hacer cosas que nos dicen los eruditos y gurúes de turno.

Eran las 19:20 y estábamos saliendo de la clínica a la que habíamos concurrido con mi hijo a realizar su control por una intervención quirúrgica por la que había pasado.

En el momento de salir de ahí le dije a mi compañero de vida, ¡Vamos a merendar algo!, como si fuera un acto obligado que debía realizarse sí o sí.

Una voz en mi cabeza afirmaba una declaración que decía «te lo merecés» «Podés hacerlo».

Sin embargo, algo adentro mío se tornaba desesperante, era un malestar que no me hacía sentir cómoda, y mucho menos disfrutando mi supuesta mentalidad millonaria.

Una vez más como otras, llegamos a un lugar, con el nombre de una de las tantas franquicias conocidas.

Al disponernos a pedir lo que íbamos a llevar, yo automáticamente no escatimé en obviar nada, agregando todo lo que quería al menú.

El precio ya no me resonó, menos una frase que mi compañero añadió… Y en ese momento un cuestionamiento entero se originó en todo mi cuerpo.

El malestar que experimentaba se debía a la falta de coherencia en mi interior.

¿Cómo es que esto me hacía sentir tan mal? ¿Qué era lo que debía incorporar con esta información a mi evolución constante de mentalidad cambiante?

Nos fuimos andando hasta casa y cuando llegué, se había hecho la hora de caminar por la plaza… Con toda la incógnita en el pensamiento nos fuimos con mi hijo a hacer la rutina…

Adentro mío preguntas y antes de salir se me ocurrió avisar a mi concubino, que estaba arrepentida de haber comprado todo eso, porque sabía que estábamos en plan de ahorro y yo sentía que había malgastado, que no sabía cómo gestionarlo, pero que necesitaba compartírselo.

Hasta pude verme como una nena pidiendo cosas, como lo hacía con mis viejos de chica, claramente sin berrinche porque obtuve lo que quería.

Sin embargo, ese pensamiento lo dejé andar, que divague adentro mío, mostrándome un poco más el mensaje para poder entender todo.

Mientras más caminaba más pensaba en este accionar y la pregunta se disparó ¿Tomar un café ahí nos hace sentir prósperos?

Y la respuesta no se hizo esperar, sinceramente me sentía una idiota pagando todo ese dineral por dos vasos de café con pan.

Estaba más que segura que los millonarios del mundo no se sentirían abundantes por eso.

Seguí cuestionando, dejé andar pensamientos, observando que venía y cuando llegué a casa la respuesta de mi pareja fué «tampoco podemos no gastar»; «es una vez cada tanto»

Y ahí me di cuenta de todo, el malestar que experimentaba se debía a la falta de coherencia en mi interior y claramente habia un par de creencias por modificar.

Más allá de la gestión emocional que debía aprender a manejar cada vez que iba a algún lugar para no re-accionar como yo estaba acostumbrada.

Pero primero, era indispensable repensar en como y porqué estábamos haciendo las cosas.

Hablamos sobre la reflexión que había tenido con respecto a las experiencias de vida para empaparnos de una rutina de millonarios y que había que resignificar como lo haríamos.

Porque en ese lugar, con esos gastos y por esos productos, ya no era buena opción.

Le dije que me parecía bien que podamos salir y hacer algo juntos, el tema era ¿Qué experiencia vivir?

es que si estábamos armando nuestro plan de camino hacia la libertad financiera y más allá que el universo nos abriera puertas ya que nos merecemos todo.

En vez de ser eso, estábamos siendo consumistas, de una franquicia a la que ahora accede todo el mundo, con tal de «ser parte de un símbolo social» del que solo se seguían beneficiando los dueños y accionistas de ese lugar, no los juzgo, pero yo tenía ganas cumplir mis sueños, en vez de seguir cumpliendo los suyos.

La respuesta correcta sería, vivamos experiencias en lugares que nos hagan salir de ahí con la sensación de gozo en nuestra alma y esto implica también sentarnos al aire libre sin gastar absolutamente nada.

Y, por otro lado, modificar la creencia que en algún momento se había anidado en mi mente y era «cuando salimos los tres hay que gastar plata en algún lugar»

Nos movemos por creencias inconscientes y cuestionarlo todo nos vuelve a dar congruencia para mejorar cada vez más nuestra vida basándonos en todo lo que queremos alcanzar, que es mejor modificarlo por «en quien nos queremos convertir», aunque de eso podríamos hablar otro día.

Este ejemplo puede trasladarse a cualquier momento de nuestras vidas, en dónde de repente sintamos en nuestro cuerpo malestar por hacer o no hacer algo que debería o dejar de ser normal, para vivir la vida que queremos experimentar.

¡Estaría bueno que nos cuestionemos así todo lo que podamos, para abrir puertas mentales que al fin y al cabo lograrán la verdadera libertad y eso sí que es de millonarios!, te invito a leer más artículos en https://lauradagostino.com/blog/ o buscar los post y reflexiones en las redes sociales https://www.instagram.com/lauradagostinook/

Gracias por llegar hasta acá, si queres podés dejar tus comentarios,